La gran cascada

 

Tipología: Paisaje
Proyecto: Termas Geométricas Chile
Arquitecto: Germán del Sol

Hay un lugar ajeno a mí, a ti, a todo en la profundidad de la selva Chilena. Abajo, corre un río caliente entre rocas. Abajo en el tiempo o atrás en la historia. Lleva allí desde antes del hombre y el hombre indígena lo descubrió y lo usó ¿desde hace cuanto? Quien sabe.

Hace unos años Germál del Sol definió la imagen que del lugar tenemos ahora. Lo convirtió en recorrible, habitable, táctil, aprehensible y aprehendible.
Allí las imágenes que tomes nunca le harán justicia. Es lugar para el sonido y el murmullo del agua.

Harás un recorrido en zig zag, irás por el centro de una pasarela primitiva, de madera roja, roja porque es necesario que en esa gruta, en ese lugar donde el vapor se acumula, y la luz es homogénea, siempre tengas la sensación de tener un camino legible.

La pasarela, está suspendida en el agua, y tú, quizás no te des cuenta pero alguien decidió que vieras el río bajo tus pies, y que en cambio obviaras los pilares pintados de negro que la sustentan. Arquitectos, eso hacen: resuelven problemas que no sabes que tienes. Inventan, eso hacen.

La madera caliente y húmeda, rugosa en algunas zonas, quizás astillada, lleva a tus manos un tacto antiguo, de barca vieja. Navegas, pero navegas a pie.

Antes de entrar en las piscinas triangulares deberás pasar por los vestuarios de madera roja, astillada quizás en algunas partes, bajo los cuales, el río sigue imperturbable, continúa hacia ti, porque alguien ha pensado que era mejor que tú fueras a contracorriente. Y este río se hará vapor y te acariciará la piel, ahora, cuando te desnudes.
Las construcciones, cabañas protegidas por un pasto continuo, no tienen más voluntad que preservar tu pudor, ser un lugar para la sombra, tranquilo.

Saldrás, y te introducirás en la primera piscina, cuya forma es triangular y geométrica, geométrica como todas, artificial como todas. Artificial si, pero no temas, Germán ha decidido que sientas la pared de roca, que lleva allí ajena a mi, a tí a todo ¿desde hace cuanto? ¿Quien sabe?. ¿Estará caliente o fría; – «acércate» dice. Y eso harás, irás a tocar la roca, irás y no sabrás por qué.

Sigue tu camino, descubrirás un Quincho donde otros como tú quizás descansen o charlen. Allí, un fuego ancestral medita y sobrevive en ese feudo de agua. Siéntate en sus muebles rústicos, sin detalles ni alaracas, muebles negros, rectos y luego, anímate a seguir. Verás como el agua va por acueductos creados para caer más adelante, para que puedas tocarla y sentirla. Para eso sirven.

Ánimate a continuar, más adelante espera la gran cascada.

Deja un comentario